No mirar atrás.

He perdido la cuenta de las veces que me prometí a mi misma que no volvería a mirar atrás, de las veces que me intenté grabar en la mente que lo que importa es el camino y que el pasado solo son esas piedras en las que yo no tengo que volver a tropezar. Pero me doy cuenta que contra el pasado no puedo hacer nada, es inevitable que los recueros te embriaguen y te trasporten de nuevo a los momentos vividos.
Es curioso de como solo recordamos los felices. Creo que por eso creamos un muro contra el pasado, para no darnos cuenta de que esos momentos felicies son únicos he irrepetibles.