¿A qué temes? Los prejuicios existirán siempre. Cuando la mente sea libre de ataduras, cuando se convenza de que su libertad es simplemente por satisfacción propia y no por complacer a los demás.
No caigas, porque la gente comenzará a cuestionar. La opinión. Pierdes demasiado
tiempo en buscar la aprobación de los demás, que es un impedimento. Porque
mientras te ocupas de eso, pierdes lo esencial.
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