Seguidores

sábado, 9 de abril de 2011

Querida soledad.

Querida soledad, tú, que te alimentas del silencio de mi boca, del vacío de mi interior tú que siempre me acompañas cuando nadie más lo hace, que vigilas cada cada ausencia y acudes a cada uno de mis llamados.
Que me incitas a tumbarme en mi cama, dandole un fuerte apretón a mi almohada, que haces eternos mis llantos y menos angustioso el dolor.
Que siempre estás ahí aguantando mil silencios, enemiga de la amistad y el amor, capaz de darme paz y calma cuando más lo necesito.
Mi fiel compañera, tú soledad...




No hay comentarios:

Publicar un comentario